Estudio bíblico abril 1

A pesar de que muchas personas están fuera de la capital durante esta semana santa, continuamos hoy con los estudios bíblicos, 15 personas nos visitaron, y gracias a Dios por el tiempo que nos concedió abrir su Palabra y enseñarla. El estudio de este día fue sobre el el tercer milagro que hizo Jesús en el libro de Juan, “La sanidad del paralítico de Betesda. Juan 5:1-15 Y el propósito de este milagro nos muestra que la Salvación es por gracia. Gracia es: Recibir algo que no merecemos. La primera mención en La Biblia de la palabra Gracia está en Génesis 6:1-8. Tiempos de rebeldía eran los tiempos de Noé, todos merecían castigo; pero Dios dio una nueva oportunidad a la humanidad de aquel entonces, y Noé halló gracia ante los ojos de Jehová, y llevó el mensaje de Dios para aquellos hombre y mujeres que merecían el castigo, sin embargo solo 8 personas se salvaron, y se apropiaron de la Gracia de Dios para no morir ahogados en aquel diluvio que sobrevino sobre la tierra. Regresando a la historia del paralítico de Betesda, nos ilustra. La condición de los hombres, enfermos graves. Ciegos para ver la luz de Cristo. Cojos para no poder andar en sus caminos. Paralíticos, impedidos de poder levantarse a una mejor vida. Todos los hombres padecemos una enfermedad universal, que se llama pecado. La condición espiritual del hombre es enferma y necesita ser sanado. Cristo se interesó por la situación de aquel hombre que llevaba 38 años de estar enfermo. ¿Cuánto tiempo se le ha prolongado a usted una enfermedad? ¿Podría soportar una enfermedad 38 años? Este hombre probable mente ya se había acostumbrado a su condición enfermiza, como aquellas personas que se acostumbran a vivir en pecado. Jesucristo le hace una pregunta interesante: ¿Quieres ser sano? Es una pregunta personalizada e individual. Dios quiere que toda persona sea salva, 2 Pedro 3:9. La salvación por gracia consiste en que los pecadores recibamos un regalo que jamás merecíamos, pero que a Dios le plació enviando a Jesucristo nuestro Salvador, Efesios. 2:8 -9. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Aunque es por gracia, Dios es un caballero y no va a obligar a nadie a ser salvo (aunque es su mayor anhelo). La salvación es voluntaria. Cada persona toma en forma personal la decisión de seguir espiritualmente enfermo o de recibir la salvación, Juan 3:36. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
La Gracia salvadora, es lo que hombre necesita para ser sanado de su enfermedad espiritual.